Las personas que están protegidas por la abeja como su animal de poder se caracterizan por ser personas muy productivas, lo que también suele ir acompañado de un carácter ordenado y de una gran capacidad de organización, tanto a nivel personal como colectivo. Esto suele traducirse en forma de personas que llevan una vida próspera, tanto en el terreno económico y laboral como en todos los demás.
De hecho, la abeja se corresponde con uno de los animales totémicos que más beneficios ofrece a la persona que protege. Se trata de un animal trabajador y constante, lo que repercute al final en su propio beneficio y en el de la comunidad en el que se encuentra.
Material: bronce